EDUCAR PARA LA PAZ USANDO LA VIOLENCIA
EDUCAR PARA LA PAZ USANDO LA VIOLENCIA
A propósito de la jornada mundial por la paz, y sensibles a las últimas nuevas -aunque ya desgastadas noticias de la violencia en México-, en nuestra escuela se previó una serie de eventos que hicieran un fuerte eco a los esfuerzos de la sociedad global en su “lucha por la paz” y que pone muy en alto los derechos humanos emanados de los principios de libertad, fraternidad, equidad, justicia, y democracia que harán de nuestro mundo un lugar más habitable.
Así pues, impuestamente organizados, se conjuntaron los esfuerzos cooperativos para teñir la escuela con motivos pacíficos. Con un elegante derroche de creatividad y papel se fueron llenando los espacios (donde vale más una imagen que mil palabras), y hablaron de la importancia de ser constructores de PAZ y “enemigos de la violencia” .
En esas se andaba, cuando sale un adolescente echo un mar de llanto, - pero más bien humillado que recapacitado- de la oficina del director a donde le habían mandado para declarar su “fechoría”. Algunos de los “pacíficos” lo vieron pasar pero ninguno se acercó a él para consolarle. Al fin y al cabo: ¡se lo merecía!
Haciendo un poco de silencio, desde el patio, se pueden escuchar surgiendo de las aulas no pocas pero si cotidianas y amenazantes voces para conservar un adecuado ambiente de trabajo…
Mejor no hacemos silencio y seguimos adornando que se agacha el corazón…
Al fin y al cabo, que en algunos casos quedan justificados los catorrazos para aplacar las malas intenciones ¿qué no?
¡Viva la violenta paz!